Barriada: La Concepción

La Concepción una barriada yaritagüeña

Belky Montilla de Romero*

Para hablar del sector La Concepción hay que remontarse a los orígenes de Yaritagua, pues anteriormente el pueblo se dividía en dos barriadas, El Zanjón hacia los lados de la Plaza y el Jovito hacia el este y sus habitantes eran conocidos como “los cara sucia”, según algunas personas mayores esta barriada comenzaba en la actual carrera 15, estando conformado en su mayoría por casa de bahareque a excepción de las ubicadas en la carrera 6,7 y 8 que eran de estilo colonial con altas paredes de adobe y techo de tejas, grandes puertas y ventanales y algunas con su respectivo portón.

Hacia las otras calles sus casas se caracterizaban por ser de bahareque y techo de palma con enormes patios donde se criaban animales domésticos, además de otras de techos de dos agua. Las calles no estaban definidas y mucho menos pavimentadas. En este barrio existía un buco entre las calles 8 y 9 y un mercadito de carnes, hierbas y verduras. Además, de una pila de agua donde los parroquianos se surtían del preciado líquido y realizaban tertulias, pero luego desapareció con la llegada del agua a través de tuberías.

A finales del siglo XVIII los miembros de la Sociedad “Amantes del Santo Cuerpo” de la Parroquia Santa Lucía acordaron fundar una pequeña capilla, bajo la advocación de la Santa Madre de Dios “Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción” a ser ubicada en el barrio El Jovito, al este de la ciudad, bajo la dirección del párroco de la Parroquia Santa Lucía, el Pbro. Antonio Luís Mendoza.

Según los libros parroquiales de la Iglesia Santa Lucía, entre los miembros de dicha sociedad se encontraban las siguientes personas: Benito Bartolomé, Pablo José Carballo, Luis Felipe Vásquez, Víctor Orozco, Br. Martín Hernández, Br. Nicolás Cordero y los educadores: Eduardo Fuentes, Eliseo Veracochea, Teodoro Bermúdez, Pablo Arráiz, Isidro Fuentes, Eduardo Colmenárez y otros.

Es importante señalar que en 1951 esta capilla fue erigida como sede de la Parroquia Inmaculada Concepción, conteniendo los siguientes sitios y caseríos rurales: El Salto, San Roque, La Mora, Totumillo, El Rodeo, Buena Vista, Santo Domingo, San Rafael, Agua Viva, Trocadero, Tierra Amarilla, La Bandera, Sabana del Olvido, Guaremal de Agua, La Piedra, Piedra Arriba, Platanales, El Playón, La Blanquera, El Pueblito y Urimiquire y es a partir de entonces cuando al sector se le comenzó a llamar como la Concepción y se fue desvaneciendo el nombre anterior, quedando sólo en el recuerdo de las personas mayores.

En cuanto a la capilla es de hacer notar que es una edificación construida con adobes, de techo de tejas y grandes portones, su torre es sencilla y pertenece al estilo barroco, al frente posee una plaza que anteriormente se conocía como la Plaza Sucre. Interiormente la capilla posee varios nichos que albergan imágenes como la dedicada a Jesús El Nazareno, icono que goza de mucha devoción en todo el municipio, como también el Santo Cuerpo, entre otros.

Por muchos años esta capilla fue asistida por sacerdotes auxiliares que estaban acreditados a la Parroquia Santa Lucía. Pasaron varios años y el 1° de septiembre de 1950 el Pbro. Monseñor Críspulo Benítez Fontourvel, Obispo de Barquisimeto por mandato de su Excelencia Reverendísima, Pbro. Fernando Falcón Hurtado, Canciller Secretario del Sínodo creó la Parroquia de la Inmaculada Concepción, sin embargo continúa Monseñor Honorato D’Alessio como cura auxiliar, pues ésta pertenecía a la Iglesia de Santa Lucía; luego fue nombrado como párroco titular el Pbro. Juan Jaramillo.

Otros sacerdotes que estuvieron al frente de este recinto religioso, antes de ser erigida como parroquia, fueron: Pbro. Luis Zío, Pbro. Urbano Gutiérrez, Pbro. Francisco Prado.

El padre Jaramillo se desincorpora de la parroquia y en 1976 fue nombrado como nuevo párroco el padre Ramón Herrera Coneo hasta finales del 2001 cuando fue nombrado el Pbro. Alexis Piña y en el 2004 el padre actual, sacerdote Jesús Acero.             

            Es de hacer notar que a mediados del año1954 y posteriores con la llegada del ferrocarril, el barrio La Cachamenta desaparece y muchos de sus habitantes adquirieron sus casas o terrenos en el Jovito, por lo que su expansión fue eminente hasta alcanzar un notable crecimiento y posterior consolidación, el buco fue canalizado y sus calles pavimentadas. En la actualidad este sector cuenta con todos los servicios básicos como agua, energía eléctrica, cloacas, aseo domiciliario, comercio, instituciones educativas, médicas y otras prerrogativas. 

En cuanto a las festividades, están en primer lugar las fiestas patronales en honor a la Inmaculada Concepción, celebrada el 8 de diciembre, además de las procesiones de la Semana Santa que recorren no sólo el barrio sino toda la parroquia, velorios de Cruz, a San Antonio y otras.

Entre las familias con mayor arraigo en el sector están: Los Arias, los Bartolomé, Los Parra Chávez, los Parra Calvete, los Orozco, los Hernández, los González y otros.

Personajes:

 Entre los personajes más relevantes están:

Bachiller Nicolás Cordero

Nació en San Felipe el 6 de diciembre de 1878, hijo de Don Antonio Cordero y Doña Domitila Otero de Cordero. Llegó a Yaritagua a los 8 años de edad. Entre sus maestros están Carlos Mujica, el bachiller Eduardo Andrade y el profesor Joaquín Rivero, sus estudios de Educación Media los realizó en el Colegio Federal La Rosa, fundado por el eminente Dr. Eladio del Castillo y Crecencio Montero en el año 1888. Nicolás Cordero viene a ver coronada  su aspiración por la docencia al recibir en 1905 el nombramiento como Preceptor de la Escuela Federal Mixta Nº 23, ubicada en el barrio El Jobito de Yaritagua. Allí comienza el ejercicio de su apostolado en la enseñanza por 30 años, posteriormente se dedicó a la Administración Pública. En enero de 1961 se le confirió la Medalla de Instrucción Pública como un justo reconocimiento a su larga y meritoria trayectoria docente. El 19 de abril de 1968 fue inaugurada en la Urbanización Banco Obrero una escuela con su nombre, pero que luego fuera cambiada por la Escuela Jesús Millán, quien nunca ejerció en el municipio, luego la Acción Católica local fundó una Biblioteca Pública con su nombre, la cual tuvo una duración efímera. Hoy en día existe un Preescolar en la Urbanización Aminta Abreu y en la escuela Jesús Millán también existe el Comedor Escolar con su apelativo.

Alberto Mujica Arráiz

Periodista y escritor de provincia. Nació en Yaritagua a finales del siglo XXIX y murió el 30 de julio de 1950, fue un hombre sin escuela, un auténtico autodidacta, era un labriego rústico y campechano, fue además criador, pulpero, juez, político, concejal, maestro, periodista y escritor. Practicó ese periodismo romántico, quijotesco aguerrido de su tiempo. En su tierra natal que tanto quiso consagró grandes esfuerzos al periodismo y a las letras. Fundó varios periódicos y estimuló toda clase de actividades culturales y artísticas. Tuvo una imprenta de la cual salieron los periódicos El Pueblo, Pulgarcito, Horizonte, Clarín y otros. Fue columnista del Diario de Carora y El Impulso de Barquisimeto. Don Alberto procreó varios hijos, entre ellos Roberto Mujica, reconocido periodista y educador venezolano, Rómulo Mujica pintor y otros. En 1980 fue publicado un texto titulado Don Alberto donde se recoge parte de sus cartas y escritos como un homenaje a este yaritagüeño ilustre.

Eustorgio Mogollón  

Escritor, educador y periodista de destacada trayectoria. Es importante señalar que a la par de la docencia también se inclinó por el periodismo actividad que ejerció en nuestro estado como también en el Estado Guárico y Aragua, donde se residenció el mayor tiempo sin olvidar su pueblo al cual acudía cada 13 de diciembre y en vacaciones. Se inicia como corresponsal de “El Nacional”, “El Impulso” y “El Carabobeño” desde su pueblo natal, además de ser co-fundador del semanario de carácter jocoso llamado “El Perico” en San Felipe, fue Director del también semanario “Magisterio” y en San Juan de los Morros del quincenario “Cosecha”. Asimismo fue colaborador de la revista “Educación” órgano divulgativo del Ministerio de Educación, además escribió como columnista fijo en los diarios “El Imparcial”, “El Aragueño”, “El Comercio” y “El Siglo”. Escribió el corrío a Teófilo León y muchos otros libros. Desde muy joven se dedica a la docencia con pasión y empeño por llevar e inculcar en los jóvenes destellos de sabiduría sin más afán que el prodigio de llamarse educador, sin embargo recibió el reconocimiento del Ministerio de Educación quien le confirió la Orden “Andrés Bello” y “27 de Junio” máximos galardones de dicha institución. Asimismo la Sociedad Bolivariana, la Biblioteca Municipal Augusto Padrón, las municipalidades de Sucre (Cagua), Mariño (Turmero). Así como también el Municipio Peña le confirió la medalla “Orden Valeroso Peña”. En el pueblo existe una plazoleta con su nombre.

*Cronista Oficial del Municipio Peña